A través de un comunicado detallado, difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX), el país caribeño reafirmó su compromiso invariable con cualquier iniciativa que procure la estabilidad, la armonía regional y, crucialmente, la provisión urgente de asistencia humanitaria a las poblaciones afectadas.
El Gobierno dominicano expresó su profunda aspiración de que esta tregua se traduzca en el fin inmediato del sufrimiento padecido por miles de civiles inocentes que han sido víctimas del prolongado y devastador conflicto en la región.
Reconocimiento a los Avances y a los Mediadores Internacionales
En su declaración formal, la Cancillería hizo una especial valoración de los componentes humanitarios del acuerdo, destacando positivamente la liberación de las personas retenidas (rehenes), el proceso de intercambio de detenidos y, fundamentalmente, la reapertura y el aseguramiento del acceso vital de ayuda humanitaria hacia las zonas que han sido golpeadas con mayor intensidad por las confrontaciones.
La administración dominicana también extendió su reconocimiento a la labor esencial desempeñada por los países que fungieron como mediadores. Se resaltó particularmente el liderazgo estratégico ejercido por los Estados Unidos en la facilitación de este complejo proceso de diálogo, cuya culminación representa un logro de considerable magnitud en el escenario geopolítico internacional. Este papel de facilitación ha sido considerado indispensable para la materialización del entendimiento mutuo.
Llamado a la Persistencia de la Paz y al Apoyo Global
El comunicado oficial incluye una exhortación categórica a todas las partes involucradas para que mantengan una estricta adhesión a los términos del acuerdo de paz y se abstengan de cualquier acción que pueda comprometer o minar su cumplimiento efectivo.
De manera paralela, la República Dominicana dirigió un vehemente llamado a la comunidad internacional en su conjunto para que intensifique sus esfuerzos y continúe brindando soporte sostenido a las tareas de reconstrucción de infraestructura, protección efectiva de la población civil y la búsqueda de justicia. Estos esfuerzos son considerados pilares fundamentales para la consolidación de una estabilidad duradera y para el establecimiento de un marco de diálogo político sostenido.
Finalmente, el Gobierno reafirmó su postura fundamental: la vía diplomática y la observancia estricta de las normas del derecho internacional y del derecho humanitario constituyen la única ruta legítima y viable para alcanzar una solución estructural y permanente al conflicto. Esta posición está plenamente alineada con los principios fundamentales consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, a los que el país adhiere firmemente.
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